AVISO IMPORTANTE

Los pesticidas son tóxicos. Lea y siga las instrucciones y los avisos de seguridad en las etiquetas. Manéjalos con cuidado y almacénelos en los contenedores, con la etiqueta original, fuera del alcance de niños, animales y ganado. Deshágase de contenedores vacíos inmediatamente, en una manera segura y en lugares seguros. No contamine el forraje, los riachuelos, ni las charcas. Lo mejor y más seguro ante una plaga es llamar a una empresa especializada y profesional

   

 

 

ROEDORES

 

 ROEDORES EN CASA??   

Controle los roedores...!

 

Señales de peligro

§ Excrementos.

§ Mercancías dañadas y daños en las estructuras de las instalaciones.

§ Presencia de material para hacer nidos: tiras de material aislante, papeles, etc., o madrigueras.

 

Daños potenciales

Las infestaciones no tratadas de roedores en las instalaciones pueden:

§ Transmitir infecciones como la Salmonella y la enfermedad de Weil (leptospirosis).

§ Producir daños en productos almacenados y edificios.

§ Contaminar con bacterias o incluso la rabia alimentos y mercancías.

 

Consecuencias para el negocio

§ Alarma: pérdida inmediata de la confianza de los clientes y los empleados.

§ Daños: daños graves para artículos, alimentos, así como la salud y la higiene.

§ Coste: los costes pueden ser considerables Es posible que haya que cerrar el negocio temporalmente.

§ Sanciones: por incumplimiento de las leyes sobre prevención de plagas.

 

Medidas que EXYCONT tiene para el control de roedores.

§ Tratamiento para eliminación inmediata con rodenticidas o RADAR por parte de técnicos cualificados.

§ Aplicación de medidas físicas para evitar su entrada y anidación, diseñadas por un especialista. Planificación de visitas de control periódicas para impedir otros brotes.

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 Rata de cloaca (Rattus norvegicus)   

 

Comúnmente conocida como rata gris o de cloaca, de color gris sucio en el dorso, oscurecido por la característica punta negra de los pelos y más clara en el vientre. Su cuerpo mide entre 19 y 27 cm y su cola de 16 a 21 cm. Viven en colonias de varias familias con un macho dominante. Son nocturnas y de costumbres cavadoras, con madrigueras de hasta metro y medio de profundidad, se implanta en las ciudades en sótanos, túneles y alcantarillas. Se asienta en basureros, acequias y graneros. En ambos casos son las zonas más ricas de alimentos y refugios. Generalmente vive fuera de los inmuebles entrando en ellos sólo para alimentarse a través de sendas establecidas.

Las hembras tienen un celo cada 4-5 días de los que durante dos son receptivas. La gestación es de unos 23 días, resultando de 3 a 5 partos anuales con una media de 6 a 11 crías por parto. Las crías abren los ojos a las dos semanas y hasta las cinco son atendidas. Aproximadamente a los cuatro meses son maduras sexualmente.

Está en expansión en todas las regiones debido a que son animales flexibles, agresivos, inteligente, omnívoros y con una alta tasa reproductora, capaces de medrar en cualquier ambiente, trepando, nadando, excavando.

 La rata de alcantarilla, rata china, rata noruega, guarén o pericote (nombre científico Rattus norvegicus) es una de las ratas más conocidas y comunes. Su peso ronda los 280 a 520 g. El cuerpo es tosco y la cola cubierta de escamas en anillo; el manto es gris oscuro en el lomo. El hocico es más romo y las orejas más cortas que las de la rata negra (Rattus rattus).

Es originaria del norte de China, desde donde se extendió al norte de Europa y a Norteamérica. Se adapta a cualquier hábitat excepto al desierto y los glaciares. Comensal de los asentamientos humanos, prolifera especialmente en las grandes ciudades, en las alcantarillas, bodegas y establos.

Tiene hábitos nocturnos y es muy hábil en el agua, aunque no es buena trepadora. Excava redes de túneles y cuevas. Es omnívora, aunque prefiere los cereales, huevos, carnes y animales pequeños. Su oído y olfato son excelentes. Las hembras tras 21 a 23 días de gestación paren 6 a 14 crías ciegas y sin pelo. Tienen de 2 a 8 camadas por año. Viven hasta 3 años.

Esta especie tiene vida social, siendo cada individuo parte de un grupo jerárquico y disciplinado. Frecuentemente hay conflicto y a veces verdaderas guerras entre dos grupos. Esta especie tiene características de plaga, no sólo porque devora los alimentos de las casas y bodegas, sino especialmente porque transmite enfermedades graves, como Infecciones por Hantavirus, leptospirosis, criptosporidiosis, fiebre hemorrágica viral y fiebre Q.

Son una de las pestes mamíferas más importantes. En muy pocos casos ha transmitido también la peste bubónica, que es generalmente transmitida por la rata común.

 

 

 Rata negra (Rattus rattus)   

  

Llamada rata negra, común o de campo. Mide de 15 a 23 cm de longitud corporal y otros 17 a 28 cm de cola. Ágil y excelente trepador, viven en colonias de varias familias, con un macho dominante habitando preferentemente las copas de los árboles si se encuentra en el campo o los tejados, buhardillas y graneros si está en la ciudad. Desde estos puntos establece vías de fijas de desplazamiento por tuberías, vigas o remates de paredes hasta los lugares de alimentación. Es nocturno y de alimentación omnívora. Las hembras tienen un celo cada 4-5 días de los que durante dos son receptivas. Las gestaciones de 21 días, resultando de 3 a 5 partos anuales con una media de 5 a 10 crías por parto. Debido a que son animales flexibles, agresivos, inteligente, omnívoros y con una alta tasa reproductora, se encuentran muy bien adaptadas a los hábitats humanos y destruyen o contaminan alimentos, ocasionan daños estructurales y son fuente primaria, u hospedadores intermedios, de diversas enfermedades causadas por otros organismos.

Roedor de mediano tamaño, que no suele sobrepasar los 250 gramos de peso y que ocupa medios más rurales y menos humanizados que su congénere la rata de alcantarilla o común, también llamada rata parda (Rattus norvegicus), de la que se diferencia  por su menor tamaño y mayores orejas. Otro detalle para diferenciarla es su larga cola, formada por característicos anillos escamosos, de forma redondeada y una longitud que supera notoriamente la de la cabeza más el cuerpo.

 

La rata campestre es originaria del sureste asiático, habiendo ocupado Europa en tiempos históricos probablemente siguiendo al hombre en sus primeras rutas comerciales, aun cuando se estima que ya pudo venir en períodos posteriores a las últimas glaciaciones. Desde Europa y tras el descubrimiento de América se extendió por resto del mundo sirviéndose de los barcos, donde viajaba como indeseado polizón, pasando a ocupar en tierra –fundamentalmente- las zonas portuarias.

En España la rata de campo ocupa todo el territorio nacional, incluidas las Baleares y Canarias.

 

De hábitos esencialmente nocturnos, aun cuando no es difícil verla durante el día trepando por árboles o refugiándose entre la maleza. La rata campestre no suele excavar madrigueras subterráneas, sino que suele instalar sus habitáculos en los huecos de los edificios y en las falsas de los tejados, aun cuando también ocupa con sus madrigueras los huecos de las raíces de los grandes árboles y en los lugares húmedos y encharcados para aislarse del suelo y proteger así a su descendencia acondiciona una especie de  nidos, parecidos a los de las aves, de forma casi circular y con una abertura lateral, de 30 cms. de diámetro, que suele construir entre la vegetación densa como zarzales, hiedras o cañaverales, aunque también puede construirlos en árboles que cuenten con hojas permanentes y abundantes follaje que los camufle.

La rata de campo es una especie omnívora, que consume cuanto encuentra a su paso, aunque en el campo consume fundamentalmente frutos y granos.

 

Es un animal sociable, que vive en grupos que suelen estar dominados por un macho, aunque la jerarquía social no está muy marcada. Es frecuente el canibalismo dentro de la especie.  Observación de ratas de campo silvestres llevadas a un laboratorio, para el estudio del comportamiento durante la preñez y lactancia, constató que la agresividad de la madre aumentó conforme iba acercándose el parto, el cual se produjo al décimo séptimo día de gestación. Desde que las crías nacieron, la madre  se mostró muy celosa y protectora; y nunca rechazó a sus crías a pesar de que estas eran manipuladas diariamente, para evaluar su peso y sus medidas de longitud cabeza-cuerpo.  Este mismo estudio destaca que no se presentó canibalismo de las madres a las crías (M. Williams de Castro, A. Castillo y C. Rosas, 2002), por lo que puede estimarse que el canibalismo que se produce en la especie es de otros individuos ajenos a la madre, la que desarrolla la conducta agresiva descrita conforme va aumentando la preñez ante la conciencia del peligro que acecha a su descendencia.

 

Muy curioso es el fenómeno conocido como rey de las ratas, por el que pueden acabar entrelazándose por la cola varios individuos, normalmente de 3 a 12, aun cuando se ha citado un caso de 32 ejemplares entrelazados (J. Reichholf, 1995), que quedan tan fuertemente entrelazados por alguna desconocida causa que luego no pueden separarse voluntariamente, terminando por morir de hambre y por las heridas que recíprocamente se causan. El origen de este fenómeno, admitido en la literatura científica y constatado incluso en ejemplares cautivos de  laboratorio, no es conocido y se ha denominado con el nombre de rey de las ratas por considerarse en la tradición popular que era el rey de las ratas el que las amarraba y colocaba en esta situación como castigo, para controlar la superpoblación de ratas cuando escaseaba el alimento.

 

Pero si la rata campestre ocupa un lugar en la historia humana, es por estimarse responsable de la llamada peste bubónica o negra, de donde toma su nombre de rata negra, que fue la responsable de la muerte de millones de personas en Europa a mediados del S. XIV. Se calcula entre veinte y veinticinco millones los muertos por esta epidemia, solo en Europa. Se cuenta que uno de los primeros lugares en que se detectó la epidemia fue Sicilia, en el otoño de 1347, donde unos marineros genoveses al regresar de Caffa (Crimea) con pieles de marmota, trajeron la enfermedad que posteriormente fueron extendiendo por los diferentes puertos en que atracaban. Tan solo medio año después, en la primavera de 1348, afectó a las Baleares y poco después a la Península Ibérica y en 1349 afectaba ya a los países del norte de Europa, ocasionando grandes mortandades.

 

La enfermedad se transmitía a través de las ratas, cuyo agente ere un bacilo originariamente denominado Pasteurella pestis y ahora conocido como Yersinia pestis (aislado en 1894 en Hong-Kong durante una epidemia por el  microbiólogo suizo Alejandro Yersin, del que tomó su nombre). El bacilo pasaba al hombre a través de las pulgas que vivían con las ratas y también transportaban la bacteria. Por lo que en realidad se trata de una epizootia de las ratas que se propaga al ser humano por intermedio de los ectoparásitos de estos animales (la pulga de las ratas llamada Xenopsylla cheopis).

 

Las variedades de ratas afectadas son tanto la rata campestre o negra  (Rattus rattus) como la rata parda  o de alcantarilla (Rattus norvegicus), aunque fue la primera (la rata campestre) la causante de la epidemia en Europa al no estar en aquélla época (S. XIV) extendida aún por el continente Europa la rata de alcantarilla. En el ser humano, los parásitos propios del hombre como la pulga (Pulex irritans) o el piojo (Pediculus capitis, P. vestimenti) también contribuían a la transmisión y expansión de la enfermedad.

 

La enfermedad no presentaba una única forma y podía presentarse como una afección pulmonar, que causaba graves insuficiencias respiratorias; como una septicémica (infección generalizada) con hemorragias cutáneas, con placas de color negro azulado, de ahí que se le conozca como peste negra; y, por último había una forma que se conocía como peste bubónica, que era la más frecuente, la que se caracterizaba por la aparición en el cuerpo humano de unos bubones (ganglios linfáticos) en el cuello y la ingle.

 

El Doctor José Manuel Reverte Coma, de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, resume ilustrativamente este dañino mal indicando como  “no ha habido epidemia más terrible en el mundo como la MUERTE NEGRA por la elevada mortalidad que produjo y las consecuencias de todo tipo que trajo consigo en aquel infausto s. XIV, en el que a la peste se unieron el hambre y las guerras”.

 

El retroceso de la peste bubónica o negra, parece deberse a un cambio de la forma del bacilo Yersinia pestis a otra menos virulenta Yersinia pseudotuberculosis, que actuarían como vacuna, dando un alto grado de inmunidad a la peste (Castells y Mayo, 1993)

 

 

 Ratón común (Mus musculus)   

Es considerado una de las plagas que conviven con el hombre que más daño causa y está asociado tanto a los humanos que cuando estos no están el ratón comun o domestico desaparece casi por completo.

Mide de 6 a 11 cm de longitud corporal y otros tantos de cola, viven en colonias de varias familias, con un macho dominante. La media de vida es entre 3 y 4 meses, alcanzando la madurez sexual a los 2 meses. Las hembras tienen gestaciones cada 19 a 21 días. Tienen de 6 a 10 camadas anuales con un número variable de crías por parto, ya que el número de partos depende de la disponibilidad de alimento; y el número de crías por parto de la temperatura. Suele construir sus madrigueras y buscar su alimento en el interior de los inmuebles de los que depende estrictamente, situándose cerca de zonas donde se encuentran alimentos, nidos y pasillos, generalmente en lugares inaccesibles y en total oscuridad.

El remarcable éxito de supervivencia de este roedor es debido a su habilidad de adaptarse a una amplia gama de climas ya que son capaces de medrar en cualquier ambiente, trepando, nadando, y explotando cualquier fuente alimenticia que se encuentre a su alcance, aunque tienen preferencia por los cereales.

Hasta fechas recientes se consideraba al ratón casero (Mus domesticus) como una subespecie del Mus musculus (Mus musculus domesticus) si bien los estudios genéticos han puesto de manifiesto su carácter específico, permitiendo clasificarlo como una especie diferente.

 

Se considera que el ratón doméstico es originario de Oriente Medio y Suroeste de Rusia, de donde se extendió hace aproximadamente 8.000 años, siguiendo las rutas humanas del trigo y de los mercaderes de oriente, habiéndose adaptado a gran variedad de climas, por lo que se le considera como una especie cosmopolita.

 

Aunque algunos ratones caseros pueden evidenciar algunos hábitos de asilvestramiento por lo general no soporta la presencia de otros competidores naturales y fuera de la presencia humana termina por desaparecer. El ratón doméstico evita la media y alta montaña, así como los bosques y estepas.

Buen nadador y trepador, tiene el cuerpo muy flexible, lo que le permite pasar por lugares de muy poco diámetro. Tiene el olfato y el oído como sentidos más desarrollados.

 

De actividad fundamentalmente nocturna, que se mantiene durante todo el año, vive en madrigueras que acondiciona en huecos y recovecos que encuentra dentro de las dependencias humanas y corrales, criando entre 3 y 10 ejemplares que nacen ciegos, sin pelo y totalmente indefensos.

El ratón doméstico consume al día 3 ó 4 gramos de alimento, adaptándose a las disponibilidades alimenticias que encuentra, aunque prefiere los cereales y particularmente el queso, lo que siendo conocido por el hombre lo atrae a este alimento para capturarlo. En puridad puede considerarse como de alimento omnivoro, en cuanto que no desdeña ningún alimento, sino que se adapta a comer lo que encuentra. En medios silvestres, donde no se desenvuelve bien, su alimentación puede ser más variada e incluir insectos, raíces, frutos secos y hongos.   

 

 

 Topos   

Los topos son los únicos mamíferos europeos con vida propiamente subterránea, al pasar gran parte de la misma bajo tierra, a la que se han adaptado de una forma asombrosa, pudiendo pasar largos periodos sin necesidad de tener que salir a la superficie. Como plaga o cuando constituyen una por su numero es importante los destrozos de jardines y cosechas que hacen cuando buscan alimento

La familia de los topos se distribuye por Europa y Norteamérica, estando integrada por un total de tres subfamilias, con doce géneros que integran un total de 31 especies, de las que en la Península Ibérica solo están presentes dos especies: el topo común o europeo (Talpa europaeus, Linnaeus, 1758) y el topo ibérico (Talpa occientalis, Cabrera, 1907). Ambas especies presentan grandes similitudes externas, siendo casi indistinguibles para una persona no especializada, aun cuando el topo ibérico es más pequeño y tiene los ojos totalmente cubiertos por la piel, de aquí que también es llamado topo ciego, si bien la especie ibérica está clasificada como especie distinta al propiamente llamado como topo ciego (Talpa caeca).

De cuerpo cilíndrico y compacto, está dotado de unas poderosas extremidades delanteras excavadoras, orientadas al exterior del animal (ver imagen lateral de detalle de la pata anterior) para facilitar su actividad excavadora y trabajos de minado de las galerías. Su pelaje es tupido, generalmente de color negro, aunque puede también presentar tonalidades plateadas, rojizas o de color violeta.

El tacto es el sentido más desarrollado en el topo, particularmente en la punta del hocico, el que cuenta con unos pelos sensoriales llamados vibrisas, que mueve continuamente para detectar presas. Aun cuando el olfato y oído también les funciona no tienen estos sentidos muy desarrollados, mientras que la vista es un órgano que al no utilizarlo suele aparecer atrofiado: “ves menos que un topo”, dice una expresión popular para referirse a las personas con poca vista.

El topo ibérico se extiende por toda la Península Ibérica, faltando tan solo al norte del Valle del Ebro, País Vasco y Cataluña, donde es sustituido por el topo común o europeo.

Clasificado dentro del orden de los insectívoros, tiene como alimento básico a las lombrices, completando su dieta con caracoles, pequeños roedores, anfibios y materia vegetal, además de los insectos.

La distribución del topo ibérico está asociada a ámbitos de montaña, pudiendo localizarlo entre los 800 metros y los 2.300 metros de altitud (Sierra Nevada), donde ocupa suelos ricos en humus y materia orgánica, en los que abunden las lombrices, su alimento favorito, rechazando los terrenos muy arenosos y muy rocosos, en los que tiene dificultades para excavar. Las praderas naturales y los campos de cultivo de regadío son lugares que llenan sus necesidades y por tanto uno de los medios en que más abundan.   

Mucha curiosidad ha despertado para el hombre la vida subterránea del topo, cuyos únicos vestigios externos visibles son los montoncitos de tierra que forma, procedentes de su actividad excavadora, de unos 15 a 25 cms. de altura y de 15 a 35 de diámetro, así como los denominados “cordones”, unos abultamientos del suelo que delatan el recorrido de la topera bajo tierra, que se forman cuando la conducción está cerca de la superficie y el topo la empuja con su cuerpo hacia la superficie para abrirse paso. Son claramente diferenciables de las salchichas que forma la rata de agua. Otro tipo de galeria del topo son las llamadas “galerías de celo”, unos corredores superficiales y abiertos, a modo de pequeñas zanjas, con tierra a uno y otro lado, que forma el animal en sus recorridos superficiales.

Una completa y detallada descripción de las  cavidades subterráneas del topo la hemos encontrado en la publicación Historia Natural de la Creación (C.A. Ealand y otros, 1942) en la que se cuenta como el topo comienza por  excavar una cavidad esférica, no muy lejos de la superficie, y echa fuera al tierra excavada por una galería oblicua. Cuando la tierra sobrepuesta adquiere una altura excesiva excava otra galería, a veces por otra parte de la cavidad próxima, pero casi siempre al lado de la galería anterior. Todo ello –indican los autores- le lleva cierto tiempo y mientras recorre su refugio en varias direcciones en busca de alimento. Su actividad excavadora no cesa y las galerías que conducen a la cavidad donde se sitúa el nido van siendo cada vez más largas y describen caminos de ronda de la naciente fortaleza. Las galerías tienen una dimensión media de 5 cms. de ancho por 4 cms. de alto, pudiendo sumar los 150 metros de longitud total, aun cuando lo normal es que oscile entre los 40 y 50 metros de longitud.

El núcleo de la topera es la llamada cavidad central donde se sitúa su nido, de forma casi esférica, del tamaño de un gran pan,  pudiendo alcanzar los 150 cms. de diámetro y los 50 cms. de altura, de paredes muy lisas a causa del continúe roce y del uso frecuente por el animal. En el fondo de este nido se depositan hojas, raíces y hierba seca, con las que forma un nido esférico, en cuyo interior se alojan las crías. En estos nidos abundan las pulgas y ácaros. Cuando esta cavidad central o nido está próxima a la superficie y se levanta un montículo del suelo, se diferencia claramente del resto de montoncitos procedentes de la actividad excavadora del topo y es de mayor tamaño, recibiendo popularmente el nombre de castillo, en alusión a su tamaño.      

En la topera desarrolla el animal su vida normal, siendo muy raro que salga de la misma, tan solo lo hace para beber en época de sequía, durante la época de dispersión de los jóvenes o en el celo en busca de pareja.

El topo no es un animal sociable, sino que se enzarza en frecuentes y encarnizadas peleas, que pueden ocasionarle heridas muy graves e incluso la muerte, cuando se cruza ocasionalmente con un congénere en sus movimientos, particularmente se producen estas mortales luchas en época de celo entre machos.